TOP 5 que menos engordan bajos en grasas

El queso es un alimento que consumimos desde hace siglos y tiene numerosas cualidades que repercuten positivamente a nuestra salud. Su proteína es de origen animal y posee una gran cantidad de calcio, un mineral indispensable en nuestra dieta diaria. Además es un alimento rico en ácido fólico, prebiótico natural que fortalece nuestro sistema inmunológico y gran proveedor de vitamina B que ayuda a mantener la piel saludable. Con todas estas características, ¿qué puede salir mal? Desafortunadamente, aunque este alimento tenga tantos beneficios también tiene inconvenientes. Su materia grasa y sodio es bastante elevado por lo que es importante tener en cuenta estos elementos para poder escoger la mejor variedad en función de nuestra dieta y nuestras necesidades.

Si eres un enamorado del queso, si no concibes la vida sin él, hay una amplia gama de quesos más ligeros que no repercutirán negativamente en tu dieta y que harán que sigas degustando este alimento sin problemas ni miedos a engordar. A continuación, añadiré algunas propuestas de quesos saludables para que los amantes del queso no tengáis que sufrir más.

Mató

Este queso es muy similar al requesón por lo que se refiere a propiedades nutricionales. Es un queso fresco de leche de vaca con una maduración menor a 3 semanas. Esto significa que su porcentaje de agua es muy elevado (80%) y su aporte de grasas es muy bajo ya que no supera el 8% de materia grasa. Además, contiene calcio, potasio, fósforo, vitamina A y B esenciales para el desarrollo neuromuscular. No contiene sal y tiene una textura muy suave, ligeramente gelatinosa y un sabor fresco y húmedo. Contiene cuatro veces más proteínas que la leche. El mató es un queso típico de la Cataluña central y se acostumbra a comer con miel y frutos secos. Es un postre ideal y su precio es económico en relación con la mayoría de quesos. El producto que más se le parecería sería la Ricotta italiana, puesto que se elabora con el mismo sistema y tiene unas propiedades, textura y sabor muy similares. Sería una alternativa fantástica si no encuentras mató o requesón en tu mercado.

Burgos

Es un queso blanco, blando y acuoso, que originariamente se elaboraba con leche de oveja, aunque actualmente se suele utilizar leche de vaca o una mezcla de oveja y vaca. Para que sea denominado queso de Burgos, es necesario que éste contenga al menos entre el 5-10% de leche de oveja. Es uno de los quesos más saludables que podemos encontrar en el mercado. La razón la encontramos en su propia naturaleza, al no pasar por un  proceso de maduración, conserva gran parte del suero de la leche y es rico en agua. En su elaboración se emplea mucha menos leche que en los quesos más curados. Tiene cerca de un 12% de materia grasa, un porcentaje muy bajo si lo comparamos con otros quesos. Es uno de los quesos más icónicos de Castilla y León y uno de los quesos españoles más conocidos y comercializados. Además es un producto muy versátil, dado que combina perfectamente con tostadas y ensaladas.  También ha sido fácil su inserción en la sociedad debido a que su coste es bajo y fácilmente asequible para todos los bolsillos.

Mozzarella fior di latte

La mozzarella  de leche de vaca es un queso fresco de pasta hilada y tiene un aspecto fresco, suave y brillante. Contiene un olor láctico y una textura cremosa  y elástica. La presencia significativa de sustancias proteicas y flora láctica, con alto contenido de vitaminas, minerales y calcio en su riqueza, lo convierten nutricionalmente en un producto excelente. La mozzarella de vaca sólo contiene un 15% de materia grasa, siendo una alternativa súper saludable rica en proteínas y baja en calorías. También es rica en fósforo y vitaminas solubles en agua (B1, B2, B6 y niacina). Funciona como una buena fuente de zinc y vitamina E, útil contra el envejecimiento de los tejidos. A diferencia de muchos otros quesos, es muy baja en sal, lo que lo hace apropiado para las personas propensas a sufrir de hipertensión. Es un queso importado por lo que su precio es más elevado a la mayoría de quesos frescos pero aun así sigue siendo un queso asequible.

Feta

El feta es el queso más conocido de Grecia. Es un queso blanco y salado muy nutritivo que se utiliza en todo tipo de platos. Se elabora con leche de ovejas y cabras en pasto local. Tiene un sabor picante y agudo y una textura firme al tacto y cremosa cuando entra en contacto con el paladar. El calcio y la proteína ayudan a mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis, mientras que el fósforo ayuda a los huesos a absorber el calcio. Se ha demostrado que ayuda a mejorar la composición corporal, disminuyendo la masa corporal de grasa y aumentando la masa corporal magra. Además sólo contiene un 21% de materia grasa. Su precio tampoco es elevado ya que se trata también de un queso fresco.

Queso quark

El queso quark es un queso típico de los países nórdicos y del este de Europa pero actualmente su fama se está expandiendo al resto del mundo. En textura se parece bastante al yogur griego, pero en sabor y utilización está más cerca del queso fresco. Es un queso muy rico en proteína. De hecho, 50g pueden contener entre 10 a 13% de la proteína recomendada diariamente, el doble de un yogur griego. A todo esto se suma su bajo contenido en grasa y en carbohidratos, produciendo así que sólo tenga un 18% de materia grasa. El queso quark es rico en calcio y fosfato, minerales esenciales para la salud ósea. Se puede usar para untar las tostadas o mezclarlo con fruta fresca. Con un poco de sal y pimienta puede también ser utilizado como salsa en las ensaladas y darle un toque más diferente a tus platos. Al ser un queso importado, se encarece un poco respecto los anteriores pero no te costará más que cualquier queso curado de calidad media.

Conclusiones

En definitiva, si queremos controlar el aporte calórico de nuestra dieta, hay que tener en cuenta que existen muchas diferencias entre los quesos frescos y los curados. Cuanto más curado sea el queso, más grasas saturadas presentará. El propio proceso de elaboración comporta que se use más leche y en consecuencia tenga más materia grasa. Por ese motivo, si queremos cuidar nuestro cuerpo y mente, recordad el mente sana in corpore sano, optar por quesos frescos o poco curados. Son quesos con un alto contenido de proteína que nos ayudar a crear una sensación de saciedad con un mínimo porcentaje de grasa. Además son quesos muy asequibles para añadir a nuestra rutina gastronómica ya que son baratos y de fácil adquisición.

Y Si sois de los que disfrutan con otros tipos de queso como un buen Manchego, un Gorgonzola o un Brie de Meaux simplemente recordad que la cantidad que coméis multiplica las calorías exponencialmente respecto a un queso fresco. Comer sin problema pero siempre conscientes de lo que se come. Y no sólo por una cuestión de grasa, sino de sodio, colesterol…Antes de consumir cualquier producto es importante mirar y reconocer las propiedades nutricionales.

¡Vuestro cuerpo os lo agradecerá y el bolsillo también!

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